Es increíble lo mucho que se aprende en la encantadora ciudad de Valladolid, en uno de mis tantos recorridos en esta hermosa ciudad, me llamó mucho la atención el término que los habitantes le dan a esta región, la cual nombran como un pueblo mágico, la verdad es que desconocía completamente el porqué de ese término, por lo que me dediqué a buscar cual era la razón de ser nombrada así y ¿qué son los pueblos mágicos?
De acuerdo al (SECTUR) un pueblo mágico es una localidad que tiene atributos simbólicos, leyendas, historia, hechos trascendentes, cotidianidad, en fin, magia que te emanan en cada una de sus manifestaciones socio-culturales, y que significan hoy día una gran oportunidad para el aprovechamiento turístico.
Todo esto me llevó a preguntarme ¿qué es lo que en realidad hace mágico a Valladolid?, ¿los lugares culturales?, ¿su magnífica arquitectura colonial? O tal vez ¿sus deliciosos platillos Vallisoletanos?
La verdad es que para saber más a fondo el porqué de ser nombrada así solo había un camino, el aventurarse a esta hermosa ciudad en donde a través de una increíble cantidad de aventuras por algunos lugares como La Calzada de los Frailes, El Convento de Sisal, La Iglesia de San Servacio, los paseos en Turibús, los cenotes como Zací, Samulá y Oxmán por mencionar algunos (que te contaré más adelante), puedo decir que me dejaron las sorpresas y experiencias más impactantes que me llevaron a reconocerla como la magnífica ciudad colonial que es y hace perfilarse como un relevante polo de captación turística, tanto en lo que se refiere al turismo nacional como internacional.
Después de visitar Valladolid puedo describirla como una ciudad sobresaliente por sus interesantes barrios y sus señoriales templos, sin duda me lleno de alegría al decir que mi experiencia en este lugar me hace reconocerla, al igual que muchos, como la segunda ciudad más importante de Yucatán en donde se pueden admirar históricas construcciones y experimentar un notable dinamismo comercial a través de sus cómodos y encantadores hoteles y restaurantes.
Sin duda es un pueblo mágico porque se torna de esa maravillosa cultura que trasciende y perdura en la actualidad fomentando sus tradiciones y costumbres generación tras generación.
El pasar una temporada en Valladolid me ha dejado una de las experiencias turísticas más importantes de mi vida, ¡tienes que conocerla!
